EL GRAN FRAUDE DEL HOSPITAL DE VALDEMORO

El hospital estrella de la Comunidad de Madrid, el Infanta Elena de Valdemoro, presentado por la Presidenta como el ejemplo a seguir en la sanidad madrileña, esta resultando un gran fraude tanto para los usuarios como para los trabajadores de este centro.             Este hospital es el único de los nuevos hospitales de gestión enteramente privada y como explican sus propios trabajadores “esto es una empresa, no un hospital público” por lo tanto su objetivo principal es ganar dinero.

            En cuatro meses de vida de este hospital las cosas no deben marchar como tenían previsto y el resultado es preocupante: impago a proveedores, despidos improcedentes, fugas de médicos, rebajas salariales, trafico de pacientes a otros hospitales del grupo, déficit, escasez de personal, etc.

            Tan solo han transcurrido cuatro meses desde su flamante inauguración y ya son tres los proveedores que se niegan a suministrar mercancías hasta que el hospital les pague las facturas que les debe. Esto es consecuencia de la política de ahorro que la empresa ha puesto en marcha para intentar sujetar el déficit que esta generando (600.000 € en cuatro meses).

            Otra medida puesta en marcha por la empresa es el traslado de pacientes a otros hospitales del grupo (Fundación Jiménez Díaz en el barrio de Moncloa u Hospital del Sur en Alcorcón). 

           Los salarios del personal de enfermería tampoco son los prometidos. A la firma del precontrato se los prometió un salario de 21.655€, pero la realidad es que al final esa cantidad se ha visto rebajada hasta los 19.000€ (un 12,2% menos). Además el personal de enfermería también se queja de la escasez de plantilla, están atendiendo 30 pacientes entre dos enfermeras mientras que en un hospital público se atienden entre cuatro. En la UCI cada enfermera atiende a tres pacientes mientras que en un público como mucho cada enfermera atiende a dos.  

          En el colectivo de médicos la situación no esta mucho mejor. Se les prometió reparto de guardias, proyección profesional y otras medidas que después no se han cumplido, lo que ha provocado que en Diciembre se fuese en bloque el equipo de medicina interna, y que el goteo de facultativos que se marchan del hospital sea constante.  

          A los pacientes, la Presidenta les prometió que serian atendidos en habitaciones individuales, pero esta promesa tampoco se ha cumplido y están siendo atendidos en habitaciones dobles.   

             Esta lamentable situación ha generado ya protestas por parte de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Publica. “Esta situación pone de manifiesto que la gestión privada de la sanidad pública puede poner en riesgo el cuidado y la atención a los pacientes de este hospital si se producen desabastecimientos en materiales sanitarios sensibles”. “Supones una estafa a los trabajadores que han optado por trabajar en ese hospital y pone al descubierto que el servicio sanitario y el lucro económico no son compatibles y que su mercantilización solo se puede hacer a costa de la salud de los ciudadanos y las condiciones laborales de los profesionales”.